Tipo de ruta: 
Tipo de recorrido: Lineal.
Tipo de firme: Asfalto y arena.
Cómo llegar:
En la Avenida de los Derechos Humanos, pasado el Hospital Comarcal, encontramos un cruce a la izquierda que accede a los dos campings de la zona. Ahí se sitúa el cartel de inicio del itinerario.
Vamos a realizar un cómodo y tranquilo paseo, muy recomendable por la tarde para disfrutar también de la puesta del sol.
El estuario del Asón y la Playa del Regatón están integrados dentro del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, importante humedal del norte de España con diversas figuras de protección debido a la importancia de sus valores ambientales, entre los que destacan las aves migratorias.
Comienzo de la ruta con el cartel indicativo .
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Por la citada carretera nos vamos adentrando, a través de las dunas fósiles del Regatón, hacia la playa del mismo nombre. Pasamos junto al punto de información medioambiental de la Mancomunidad de Municipios Sostenibles de Cantabria donde pueden proporcionarnos información adicional sobre el Parque Natural.
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En este primer tramo, de poco más de un kilómetro, la ruta pasa entre campos dunares repoblados con eucaliptos.
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Las aves migratorias visitan la zona durante los meses de otoño e invierno. Si vamos provistos de prismáticos, podremos ver ánades, garzas y garcetas en su medio natural.
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Al llegar al primer camping, continuamos por el camino de la derecha.
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La flora más característica de este tramo el aladierno, laurel, espino, fresno.
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A finalizar la carretera llegamos a la playa del Regatón.
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De frente: tenemos la parte central del estuario, con Montehano al fondo, perfectamente distinguible por su peculiar forma cónica.
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Hacia la derecha: la playa, ancha y recta, continúa hasta el puntal de Laredo por donde la ría del Asón encuentra su salida al mar.
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Hacia la izquierda: aparece un estrecho sendero de tierra y arena por el que la ruta continúa junto a la playa, en dirección a Colindres.
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Así llegaremos al arroyo del Regatón.
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Hemos de atravesar el arroyo por un coqueto puentecito de madera, para cruzar al otro lado.
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En este punto tenemos la posibilidad de continuar unos metros más de frente por los restos de un antiguo dique demolido, hasta llegar a un panel interpretativo, en el que se nos describe uno de los principales valores ambientales de este entorno.
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Después de esta interesante parada podemos continuar ruta siguiendo la dirección indicada por la señal.
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Es fácil ver mariscadores realizando sus tareas de recogida por esta zona.
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Así nos vamos acercando a Colindres, por cuyo paseo marítimo hemos de pasar para iniciar el camino de vuelta, en el parque del Riego.
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Nos encaminamos de nuevo hacia Laredo, por un sendero de tierra. Aquí la ruta pasa junto a uno de los diques que tradicionalmente se han construido para aislar y desecar parcelas de marisma.
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Este tramo del recorrido, con paneles interpretativos, es el que más se adentra en las marismas y el que nos ofrece, una visión más directa de este valioso ecosistema.
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Si encontramos bajamar en nuestro paseo, veremos cómo, sobre un suelo fangoso, circulan sinuosos canales de agua entre los cuales numerosas aves acuáticas buscan inquietas su alimento, En las zonas más elevadas crece une singular vegetación resistente a la salinidad del mar.
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Y si hay pleamar, el paisaje cambia por completo. Tan sólo pequeños islotes cubiertos de vegetación afloran sobre las tranquilas aguas que separan la orilla.
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Por la citada carretera nos vamos adentrando, a través de las dunas fósiles del Regatón, hacia la playa del mismo nombre. Pasamos junto al punto de información medioambiental de la Mancomunidad de Municipios Sostenibles de Cantabria donde pueden proporcionarnos información adicional sobre el Parque Natural.
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En este primer tramo, de poco más de un kilómetro, la ruta pasa entre campos dunares repoblados con eucaliptos.
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Las aves migratorias visitan la zona durante los meses de otoño e invierno. Si vamos provistos de prismáticos, podremos ver ánades, garzas y garcetas en su medio natural.
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Al llegar al primer camping, continuamos por el camino de la derecha.
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La flora más característica de este tramo el aladierno, laurel, espino, fresno.
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A finalizar la carretera llegamos a la playa del Regatón.
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De frente: tenemos la parte central del estuario, con Montehano al fondo, perfectamente distinguible por su peculiar forma cónica.
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Hacia la derecha: la playa, ancha y recta, continúa hasta el puntal de Laredo por donde la ría del Asón encuentra su salida al mar.
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Hacia la izquierda: aparece un estrecho sendero de tierra y arena por el que la ruta continúa junto a la playa, en dirección a Colindres.
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Así llegaremos al arroyo del Regatón.
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Hemos de atravesar el arroyo por un coqueto puentecito de madera, para cruzar al otro lado.
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En este punto tenemos la posibilidad de continuar unos metros más de frente por los restos de un antiguo dique demolido, hasta llegar a un panel interpretativo, en el que se nos describe uno de los principales valores ambientales de este entorno.
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Después de esta interesante parada podemos continuar ruta siguiendo la dirección indicada por la señal.
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Es fácil ver mariscadores realizando sus tareas de recogida por esta zona.
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Así nos vamos acercando a Colindres, por cuyo paseo marítimo hemos de pasar para iniciar el camino de vuelta, en el parque del Riego.
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Nos encaminamos de nuevo hacia Laredo, por un sendero de tierra. Aquí la ruta pasa junto a uno de los diques que tradicionalmente se han construido para aislar y desecar parcelas de marisma.
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Este tramo del recorrido, con paneles interpretativos, es el que más se adentra en las marismas y el que nos ofrece, una visión más directa de este valioso ecosistema.
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Si encontramos bajamar en nuestro paseo, veremos cómo, sobre un suelo fangoso, circulan sinuosos canales de agua entre los cuales numerosas aves acuáticas buscan inquietas su alimento, En las zonas más elevadas crece une singular vegetación resistente a la salinidad del mar.
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Y si hay pleamar, el paisaje cambia por completo. Tan sólo pequeños islotes cubiertos de vegetación afloran sobre las tranquilas aguas que separan la orilla.
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