De Sonabia a Laredo

 

Tipo de ruta: apie

Tipo de recorrido: Lineal.

Tipo de firme: Sendero-monte

 

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Detalles:

Ruta de montaña que recorre los acantilados de parte de la costa oriental de Cantabria, disfrutando de un paisaje de contrastes.

Playa de Sonabia
Partimos desde la misma playa de Sonabia, dejaremos los coches en el aparcamiento y bajaremos hacia la playa. En el costado izquierdo de la playa los arenales se han visto empujados por los vientos ladera arriba y han colonizado las praderas, constituyendo un ecosistema singular de altas dunas tapizadas de vegetación rastrera típica de suelos salobres. A través de ellas encontraremos un sendero que, en diagonal, trepa esta ladera bajo las paredes de roca.
Pasamos relativamente próximos a su base, efectuamos un giro a la izquierda y abordamos en el extremo de las laderas, que descuelgan sobre la playa, un portillo rocoso que nos permite colocarnos sobre la repisa superior, bajo el circo del monte Candina.
En dirección al Oeste, jalonando el perfil costero, recorremos la base de los lapiaces de Candina y nos dirigimos a un peculiar paso colgado sobre los precipicios costeros; antiguo paso por un corte tallado en la roca que asoma en una panorámica magnífica a la bahía de Santoña, con la peña de Buciero y el faro del Caballo en un despliegue excepcional ante la desembocadura de la ría del Asón
Tras el paso, iniciamos el descenso a los encinares de Liendo, bordeando los lapiaces de Candina. Trazando zig zags en una pendiente acusada, el sendero atraviesa un bosque mezclado de encinares y eucaliptos, pasando junto a un par de cabañas pastoriles. Después se transforma en pista para alcanzar la ermita de San Julián del siglo XII o principios del siglo XIII. Se trata de la obra arquitectónica más antigua del municipio, actualmente se encuentra en ruinas, aunque en su interior reza en un cartel: " El peso de los siglos y el abandono de los hombres abatió la antigua ermita de San Julián, Sea esta recuerdo a su memoria”. En su entorno se encuentra una Necrópolis Medieval descubierta en mayo de 1989, en la que se encontraron los restos de un varón en una tumba de lajas, además es paso obligado de peregrinos.
En la siguiente bifurcación cogemos la pista de la izquierda para acercarnos hasta la playa de San Julián, sólo accesible a través de una escalinata. Abrigada entre rocas y paredes, esta playa ofrece uno de los rincones más íntimos de esta costa cántabra.
Seguimos el camino a través de una pista que enfila hacia un collado que marca la cresta de la Sierra de La Vida. En una bifurcación seguiremos el camino hacia el oeste por un sendero que bordea el acantilado en un tramo espectacular. Al otro lado de una alineación de praderas descendemos hasta el palacio de Valverde, que dejaremos a la derecha, este palacio fue la casa de veraneo de don Diego Cacho Rada de la Sierra, acaudalado laredano del siglo XVIII A partir de este punto nos dirigiremos por una pista hasta la Atalaya en Laredo, parte de este camino está señalizado como el camino de Valverde

 

 

 

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