Este municipio se ubica en un entorno privilegiado de media montaña, al pie del pico San Vicente. Su nombre viene de “Ramales” por ser la unión de los ríos Asón y Gándara por un lado, y Calera y Carranza, por otro. Y “de la Victoria”, por la famosa batalla de Guardamino en la cual el general liberal Espartero derrotó al ejército carlista del general Maroto.
Un poco de Historia
Sus orígenes se remontan al paleolítico, de lo que dan buena cuenta los vestigios arqueológicos encontrados en las numerosas cuevas que existen en el municipio. El poblamiento queda documentado por primera vez en el año 1000.
Pero el gran desarrollo viene dado por la revisión del trazado del Camino Real, uniendo la meseta con la costa, de Burgos a Laredo. La villa quedó muy beneficiada por esta iniciativa, lo que dio lugar a su florecimiento en la primera mitad del siglo XVII. Se realizaron importantes proyectos arquitectónicos, lo que queda constatado en la remodelación de la iglesia, en sus barrios típicos y en las casonas que dan renombre a la localidad.
Ya en el siglo XIX, Ramales queda unida para siempre a la figura de Baldomero Espartero, el mítico general liberal que en la primavera de 1839 derrotó al ejército carlista del general Maroto, en la famosa batalla de Guardamino, lo que precipitó el final de la primera guerra carlista.
Personajes ilustres
Eduardo García de Enterría y Martínez-Carande. Jurista a principios del s. XX. Su labor científica se plasma en una veintena de libros y en más de un centenar de artículos aparecidos en revistas españolas y extranjeras.
Rodrigo Gibaja. Maestro de cantería nacido en Gibaja a principios del s. XVI. Su actividad se centró en Jaén y Granada. En Cantabria se le atribuye la cabecera de la iglesia de Santoña.